[Opinión] Juegos retro

Lo retro esta de moda, eso esta claro. Unido al dudoso gusto por las gafas de montura gruesa que tapan los ojazos de más de una belleza y por la tendencia a llamar vintage a unas simples zapatillas All Star llenas de mugre, se ha establecido una nueva tendencia a exhumar cadáveres videojueguiles de nuestra historia temprana.

Mientras las grandes compañías se dejan ingentes cantidades de millones en lograr el fotorealismo y calcular como afecta la gravedad al movimiento de un seno, para otros, recuperar la esencia del juego viejuno, de gráficos simples y jugabilidad 2d es el camino a seguir.

No es que yo haya resultado inmune a esta avalancha de nuevos títulos, y más de uno me ha robado el corazón, pero como siempre hay que separar el grano de la paja, que ademas de lo segundo andamos sobrados, sobretodo un servidor.

 

El pasado marca nuestras fantasías, incluidas las retro

 

 

Los seres humanos tenemos una tendencia a mitificar el pasado, pero cada uno ha vivido una época distinta y esta claro que lo mueve las mariposas de la nostalgia en unos no es lo mismo en otros. No en vano aun se cotizan por los mercadillos de medio país, revistas Interviu con el despelote de Marisol y yo, que me criado en una época donde la barba solo es recomendable en el rostro de un macho, me veo desbordado ante otros espectáculos pilosos.

Con esta guarrindonga introducción lo que pretendo matizar, es que hay dos grandes tendencias en el revival retro que vivimos actualmente. El recuperar la esencia de la generación 16 bits, que fue con la que me crie yo y otra mas extrema para mis gustos que es retrotraerse a los 8 bits y incluso al bit y medio diría yo, porque lo que era capaz de mover una Atari 2600 no se como calificarlo a nivel técnico.

 

Retro extremo vs Retro Remake

 

 

Yo me siento maravillado sobre todo con las versiones mejoradas de los títulos clásicos que devuelven a la vida juegos que difícilmente veríamos ahora con los mismos ojos. La imaginación de un niño es muy poderosa y a mi parecer, era la que llenaba los espacios entre pixels cuando no sabíamos nada de alta definición ni sonido de 7 canales.

Remakes Retro como el nuevo DuckTales, desde mi opinión son de lo mas acertado, porque encajan mucho con la idea mental que nosotros creábamos de ese juego en su momento. Si bien el tío Gilito en el Ducktales de Nes era un amasijo de pixels difícilmente identificable, en nuestra mente aquello eran dibujos animados puros y el pato era clavado al que veíamos en los dibujos o los cómics de Don Miki.

Este tratamiento rejuvenecedor es el que cuenta con más simpatías por mi parte, por otra parte nos encontramos con la vertiente extrema, donde parece que recordar las penurias técnicas y las carencias de aquella época es algo maravilloso.

 

 

El mejor ejemplo de esto es el Megaman 9 y 10 de Capcom. Vender como algo maravilloso volver al control ortopédico y que los parpadeos de los sprites sean una opción es para tirarse de los pelos. Y es que, una cosa es amar el pasado y otra revolcarse en él como un gorrino en pleno golpe de calor.

Había cosas que apestaban en los juegos antiguos, y me parece un flaco favor volver a recordar lo que algunos sufríamos como algo deseable, ya que eclipsa lo que puede ser un renacimiento de la jugabilidad clásica, algo más importante que contentar a cuatro freaks.

 

Jugabilidad clásica, jugar era sencillo

 

La importancia de la nueva ola retro, viene en mi opinión mas allá de nostalgias, por recuperar algo que se ha perdido en las nuevas generaciones, la jugabilidad de antes.

¿A que me refiero con esto? Me refiero al hecho de empezar a jugar sin tener que tragarse un tutorial de media hora, ni parecer Fernando Alonso manejando un mando con 14 botones y otras tantas combinaciones entre ellos.

La epidemia que asola los juegos actuales es lo tremendamente complicados que se han vuelto de jugar para un recién llegado. Los juegos de la época de los 16 bits, seguían basándose en el patrón de movimiento, acción. Si bien los 6 botones de la Super Nintendo permitieron algún exceso, la triada solía ser: moverse, saltar, y atacar como norma.

Este sistema de juego no excluía que un juego pudiera volverse menos complejo, y es el recuerdo más positivo que trae el revival retro que vivimos.

 

Retro: Calidad no significa necesariamente mucho dinero

 

 

Tomando la simplicidad por bandera, queda demostrado que para que un juego sea divertido no es necesario dejarse millones a lo loco, Ya vimos como Hollywood aplico esa formula y lo tenemos que sufrir en nuestras salas mes tras mes.

El olvidarse de esa absurda carrera por la perfección hace que los desarrolladores se tengan que aplicar en lo que realmente importa, que el juego sea divertido, que tenga magia jugable y puede ser un elemento de control para evitar que acabemos jugando aburridos como ostras a meras películas interactivas de cientos de millones de dolares.

La proliferación de estudios independientes ha venido sobretodo por las simpatías que trabajos con espíritu antiguo y calidad actual han traído y no por confusos ejercicios de necrofilia como la resurrección del robot azul por parte de la tacaña Capcom.

Poder volver a disfrutar de la sensación de coger el mando darle al botón Start y estar dentro de la acción desde ya, sin echarse una siesta como sucedía en Assassin´s Creed y su tutorial del Animus para mi es tan liberador, como descubrir que esa compañera de clase que me miraba con malos ojos ha envejecido muy mal.

El pasado.. amigos, y su retorno, puede ser liberador. Retro, pero con cabeza.