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Wii U

 

Por más que la miro y la remiro, no sé por dónde coger a Wii U. Lo cual no deja de ser paradójico, porque si hay algún lado de donde coger a Wii U debería de ser de ser su mando. No en vano, lo que Nintendo nos ha metido entre ceja y ceja con el bombardeo de marketing que lo que vale de la consola es su mando. Todo es mando y la pantalla de ese mando-tableta. Pero lo que no acabo de coger es lo de su ligereza.

Porque si con su predecesora Nintendo nos invitaba al gimnasio con 'Wii Fit', da la impresión que ahora es la propia Wii U la que ha ido al gimnasio. Y la operación bikini la ha dejado muy delgada pero sin músculo. Será finita, silenciosa y seguramente se caliente menos que un secador de pelo. Pero con una ligereza también técnica que Nintendo puede pagar cara.

Está muy bien que Nintendo no deje de hablar de su mando. La consola sale cara por el mando. Podemos ver el juego en el mando. Y parece que sólo importe lo que se vea y juegue en su mando. Pero la gran N parece haber olvidado que no se pueden descuidar lo más importante de una consola, que es la propia consola.

Y sí, ya sé que Wii vendió como los Donuts sin siquiera poder mostrar alta definición y con unas características técnicas más cercanas a GameCube que a sus competidoras de entonces. Pero Wii atentó contra un mercado nuevo y el tiro le salió redondo. En cambio, Wii U parece querer convencer a los jugadores tradicionales y las franquicias habituales de diversas third-parties como 'Call of Duty' y 'Mass Effect'.

Le costó muchísimo a Nintendo desvelar las capacidades técnicas de su Wii U. Y se entiende, nadie quiere hacer gala de lo que carece.  Sinceramente, creo que se ha quedado corta, con el procesador gráfico basado en la Ati Radeon HD 4800. Por no hablar del secretismo acerca del procesador central de la máquina. Seguramente de tanto adelgazar, Wii U se ha vuelto una señorita que no puede decir su peso en público.

¿Por qué Nintendo ha dejado tan corta a Wii U? En realidad, lo único que se me ocurre es que en la compañía tenían un miedo atroz a que les pasase como a Microsoft con su Xbox 360 y las luces rojas. Así que han preferido hacer una consola que se caliente poco, muy ligera y que seguramente nunca falle. Pero que no podrá mirar de tú a tú a las siguientes máquinas de Sony y Microsoft.

 

Pero... ¿a quién va dirigida Wii U?

 

Wii U

 

La pregunta del millón sin duda. ¿A quién va dirigida Wii U? Porque lo del mercado casual donde se posicionó Wii no. Por mucho que intenten decir lo contrario. El éxito de aquella máquina fue el cambio de tendencias, que no hace falta recordar ahora. Y sin duda, da la impresión que Nintendo se ha emperrado en causar sensación con lanzar cada nueva máquina con mando innovador.

Pero este mando, si bien aporta conceptos interesantes, en realidad a nivel de juego no parece hacer mucho. ¿Qué diferencia hay jugando a 'Black Ops II' en Wii U o en Xbox 360? En realidad, no mucha. Sí, podemos mirar menús. O seguir jugando en el mando cuando el que se siente al otro lado del sofá quiera ver la tele. No me parece algo demasiado atractivo como para justificar la compra.

Nintendo ha perdido la oportunidad de llamar a una nueva generación de jugadores casual. Lo de tener una tableta en tus manos y a la vez una consola en tu televisor no hace más que confundir. Seguramente Nintendo no ha querido obviar que las pequeñas pantallas en tabletas y móviles son las estrellas en juegos casual hoy en día. Y al final se ha cegado por esta moda y el resultado es una consola que confunde. Porque, de momento, lo de mirar dos pantallas a la vez no está muy extendido entre humanos.

 

Demasiado 'ligera' para competir con las futuras máquinas de Sony y Microsoft

 

 

El giro de Nintendo a captar de nuevo la atención de los hardcore-gamers de toda la vida no le va a resultar fácil. Primero, porque Sony y Microsoft ya tienen ese terreno. Y segundo, porque ya no se mueve bien Nintendo por estos lares. Pero tendría su lógica el giro de Wii U.

Durante mucho tiempo, resultaba curioso que Wii arrasase en ventas y vapulease a Xbox 360 y PS3, pero que casi no se vendiesen juegos. Ibas a una tienda y te encontrabas cajas y más cajas de Wii, pero unas estanterías pequeñas y escondidas para los juegos. Así era normal que, durante mucho tiempo, la media de juegos vendidos por consola fuese de poco más de uno. Se había convertido en el regalo estrella pero servía de florero en muchas casas.

Nintendo seguramente querrá seducir a las third parties y vender juegos a un ritmo normal. Pero ha descuidado la potencia de una máquina que, sinceramente, poco aporta a los jugadores de toda la vida. Será el temor a las luces rojas, pero ha quedado demasiado delgada en todo. Además, ya se ha comentado que no es fácil programar en ella, lo que puede dañar su éxito entre productoras externas. Y cuando llegue en un año la nueva consola de Microsoft, ¿cómo se las arreglará Wii U para competir?

El tiempo lo dirá. Pero espero que le vaya bien a Wii U, porque no me gustaría ver en poco tiempo como Nintendo deja de trabajar en consolas de sobremesa. De momento, con Wii U ya ha dado medio paso en este terrible escenario.

 

Página oficial | Nintendo

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