Intel y su refugio en los videojuegos por la guerra de los procesadores

No es la primera vez que Intel pasa apuros. El gigante de los microprocesadores ha tenido sus más y sus menos -como con aquel terrible rey del calor que era su Pentium IV-, pero siempre ha salido adelante. Ahora ya no pinta que salgan airosos fácilmente. Les queda su hegemonía comercial. Pero la carrera tecnológica la tienen casi perdida.

Por muy potentes que sean sus procesadores Core i. Incluso con la mejora de sus gráficas integradas. La tecnología de Intel se ha quedado obsoleta y, si Qualcomm sigue adelante y triunfa en el mercado de los procesadores para PC, a Intel sólo le va a quedar un refugio: los videojuegos.

En otra época, Intel tenía que competir con AMD. Las tarjetas gráficas iban por otro lado, aunque ahora ya vaya todo de la mano. Pero hasta hace bien poco, la tecnología usada por ambas marcas era la patentada y creada por Intel, los procesadores X86. Pasase lo que pasase, Intel siempre podía innovar y mejorar sus chips en arquitectura X86. El problema al que ahora se enfrenta la americana es que su tecnología ya no centra todo el sector. Qualcomm y sus procesadores ARM se han colado por la puerta de atrás.

Para quien no lo sepa, ARM es la arquitectura de procesadores que creó Qualcomm para dispositivos móviles, y que incorporan multitud de terminales Android hoy en día. A Intel esto no le preocupó mucho al principio -si bien llevan tiempo intentando desarrollar sus propios chipsets para móviles-, ya que no amenazaba su mercado de ordenadores... hasta hace poco.

Porque esa tecnología se está usando ahora para servidores y se está probando en ordenadores. No tardarán en salir equipos con chips ARM. Y antes de que eso haya pasado, la noticia que Intel tanto temía. Qualcomm se la ha merendado en el mercado. Según un informe del Financial Post, Qualcomm vende ya más que Intel.

Mediante una subida del 7,1% de las acciones de Qualcomm, Intel ha quedado desplazada. Las acciones de la competencia alcanzan ya los 62,24 dólares, lo que da a la compañía una capitalización de 106.000 millones frente a los 105.000 millones del padre de X86.

 

Intel y su guerra con Qualcomm

 

 

¿Qué diferencias básicas hay entre ARM y X86? Todo. Porque todo es arquitectura. Y la arquitectura desarrollada con Intel es algo ya del pasado, según muchísimos analistas. La compañía, además, está obligada a forzar y forzar más esa tecnología vetusta.

Para no entrar en detalles técnicos, X86 sería como ese viejo coche que funciona como uno nuevo porque le han cambiado todo. Logra llegar a la potencia de los automóviles modernos a base de romperse los cuernos el mecánico para acoplarle cualquier mejora. Pero luego se calienta, tiene fallos y cuesta trabajar en él. Y ARM sería como el coche nuevo. Con todas las ventajas.

ARM se calienta menos, necesita menos refrigeración y rinde de forma similar. Se asegura que hasta 2,5 veces hace el trabajo de X86 con la misma energía. Y eso se notaría en un portátil, que podría tener baterías de hasta 16 horas. Sin calentarse y sin necesidad de ventiladores. Y en breve, Microsoft tendrá listo Windows 8 RT, su versión del sistema operativo para procesadores ARM.

Si esto es así, finalmente Intel tendrá un problema. Porque la mayoría de usuarios que no juegan pueden decantarse por un ordenador con procesador ARM. ¿Qué le queda a Intel? Los videojuegos.

El mercado de juegos para PC está ligado íntimamente a X86. Cambiar de procesador y arquitectura sería como mutar de lenguaje. Porque no es lo mismo que se programe software o sistemas operativos para ARM -que además tendrá modos para emular X86- que mover gráficos 3D. Intel podría acabar buscando un refugio en los jugones del PC. Algo donde seguiría siendo la reina.

 

Gráficas integradas y la guerra con AMD

 

Intel lleva años aprovechándose de sus contratos comerciales y de tener hegemonía de ventas con casi todas las marcas. Por eso casi todos los portátiles montan Intel y tienen Windows preinstalado, ya que Microsoft es otra empresa lince en este sentido.

En estos tiempos, este hecho es mucho más acusado. Porque AMD compró Ati. Y si bien se pensó que Nvidia era la reina de las tarjetas gráficas en ese momento -que lo era- y que Ati no volvería, la verdad es que la unión entre ambas marcas creó auténticas maravillas que asustan a Intel y Nvidia.

Mientras, Intel seguía desarrollando infinidad de gráficas integradas que ninguna expectativa cumplían. Sólo que eran baratas. Ahora, en cambio, son casi obligatorias en muchos equipos. Porque con el abaratamiento de los chips gráficos, multitud de portátiles incluían gráficas Nvidia y procesadores Intel. Y eso no gustaba a la americana.

Así que la americana empezó a ejercer presión comercial para que se incluyesen sus gráficas en cada uno de los equipos que llevasen sus procesadores. De forma que la gente usase Intel para todo, incluso para jugar. Y eso que a nivel de juegos son gráficas bastante justitas. Si bien algunas como la HD 4000 han mejorado mucho, están a años luz de Nvidia y Ati.

Realmente da algo de mal cuerpo cuando ves un portátil como el nuevo Acer -marca que, por cierto, parece haberse olvidado de la palabra barato- Aspire 7, un fantástico ultrabook de gama alta que vale la friolera de 1.600 euros el modelo principal, pero no el más caro, y ves que lleva gráfica Intel. Por ese precio, siendo el estandarte de Acer y estando publicitado por Megan Fox -vale, quizás esto no sea tan importante- debería incluir una buena gráfica por si nos da por jugar un día por todo lo alto.

Sinceramente, veo en bastante mala forma a Intel. Y ante un problema de condiciones mayúsculas. Porque muy duro va a ser competir con ordenadores que tengan el doble de batería. Por mucha fuerza comercial que tenga. Le quedará la arquitectura X86 para los jugones, ¿pero hasta cuándo?

En cualquier caso, de momento es pronto. Si vamos a cualquier tienda, casi todos los equipos montan Intel. Pero ya hemos dicho que Qualcomm ya vende más que la creadora del X86. Y eso es ya un primer gran paso.

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