feed twitter facebook Google+ youtube

Steve Ballmer

Microsoft monta un circo y le crecen los enanos. Ante la noticia de la patada en el culo al golfista Ballmer, el revuelo organizado alrededor del futuro de la empresa de Redmond está siendo diseccionado por multitud de analistas.

Los serios bandazos que ha ido dando en los últimos tiempos, con la excepción de su exitosa Xbox 360, dan mucho que pensar. Xbox One parecía una apuesta decidida por utilizar su división de juegos como plataforma que hiciera despegar al resto de la empresa, algo que muchos cuestionan y apuestan porque Microsoft decida que Xbox One sea su última consola.

En un artículo publicado en Reuters se apuntaba que Microsoft tiene que pensarse mucho qué estrategia adoptar después de la salida de Steve Ballmer. La apuesta que Ballmer ofrecía antes del anuncio de su marcha, era unificar toda Microsoft en una sola.

Una apuesta clara por el hardware y los servicios en la nube como hoja de ruta, con todo centralizado alrededor de la división Xbox, que crecía en tamaño hasta asemejarse a la división Windows.

Con la salida de Ballmer, hay una segunda opción. Tirar a la basura sus planes junto con su salida de la compañía y volver a centrarse en la fortaleza genuina de Microsoft hasta la fecha, el software de negocios. Leer Más


Microsoft acierta: Steve Ballmer se va al golf

Fue para el que escribe la noticia de la semana. Y sin embargo, una semana después de que Microsoft le enseñase la puerta a Steve Ballmer parece que no se ha levantado mucho polvo. Pero se trata posiblemente del gran cambio en Redmond. Nada que ver con lo del estreno de su Xbox y el despido de Don Mattrick. Amigable compañía la de Windows. Siempre dispuesta a cargarse a alguien cuando todo va mal.

Aun así, Ballmer es el tipo de personaje que tendría que caerme bien. No por su trayectoria en Redmond, sino por su historia personal. Muchos se preguntan cómo Ballmer llegó a lo más alto de los de Windows. Y fue por algo tan básico como que era el que llevaba la cerveza.

Bill Gates y él estudiaban juntos en la universidad. Mientras Gates se volvía loco con sus ordenadores, Ballmer era ese amigo que trae las cervezas, habla de ir a clubes de señoritas y suelta los mejores chistes. Ser el que llevaba la cerveza junto a Steve Jobs le llevó a acabar comandando Microsoft. Y viendo cómo le ha ido a Microsoft, quizás debían haberlo dejado para las cervezas. Leer Más

Esta web utiliza 'cookies' propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las 'cookies'. Sin embargo, puedes cambiar la configuración de 'cookies' en cualquier momento. | más información