Miro en la estantería donde almaceno mis más queridos juegos de Playstation. Y veo cuántos RPG me emocionaron por entonces. 'Grandia', 'Lunar: Silver Star Story' y su secuela tienen un lugar privilegiado. 'Xenogears' y 'Chrono Cross' lucen con honor. 'Wild Arms' aun evoca recuerdos mágicos. Y 'Final Fantasy VII'. Imponente. A su lado guardo también con mimo la octava y la novena entrega.
Luego echo un vistazo a mis DVD de Playstation 2. 'Grandia 2' y 'Final Fantasy X'. Indescriptibles. Los tres 'Xenosaga' aún me desafían desde el estante y cualquier día volveré a tomarles el pulso. 'Skies of Arcadia' me hace un guiño desde la seleccion de Dreamcast. ¿Y qué me encuentro en mi colección de la aún actual generación? 'Lost Odyssey', quizás el mejor RPG que jamás haya jugado. A su lado, 'Final Fantasy XIII' intenta abrir la boca. Y ya está.
El género rolero nipón ya no es un género si miramos lo que va saliendo en consolas grandes. Es un cadáver andante. Y 'Final Fantasy XV' vendrá a rematarlo. A darle la estocada final ¿Quién podía devolverle esplendor a semejante género que tantas alegrías ha dado sino 'Final Fantasy'? Pero la saga de Square ya ha tirado la toalla. Quizás sea un buen juego, pero no un buen RPG. El Rey ha muerto. ¡Viva el Rey! Leer Más