En el caso de los adultos que padecen cáncer habitualmente su tratamiento se puede realizar a nivel local, en sus comunidades de residencia. En cambio, en el caso del cáncer infantil el paciente no puede ser tratado por un pediatra. Un niño con cáncer debe ser diagnosticado con precisión y tratado por equipos de especialistas en oncología pediátrica. Esto suele requerir equipos se encuentran generalmente en los grandes hospitales pediátricos, en centros de alta complejidad o centros universitarios de referencia.
El tratamiento en muchos casos conlleva largas estancias en hospitales y supone grandes exigencias para los niños y sus familias: durante un tiempo más o menos prolongado deben armar su rutina familiar en función del hospital, de los horarios y de los cuidados que requiere el niño enfermo. Leer Más