A mediados de 1992 Interplay publicó The Lost Vikings, la brillante creación del modesto y aún desconocido (por aquel entonces) equipo de desarrollo de software Sylicon & Synapse.
El lanzamiento se realizó inicialmente para la consola SNES, aunque la buena acogida que tuvo por parte de jugadores y crítica propiciaron la aparición de versiones para Amiga, Sega MegaDrive y PC en 1993 y Game Boy Advance en 2003.
Con un aspecto inicial de clásico juego de plataformas, The Lost Vikings aportaba novedades importantes al género como es el hecho de tener que controlar a tres personajes diferentes para poder superar los niveles y la posibilidad de intercambiar objetos entre estos personajes. La clave principal consiste en la cooperación entre los tres protagonistas, en mezclar sus diferentes habilidades para conseguir llegar al final de cada nivel.