Nunca vi claro lo de Metro. Vale, sonaba muy bonito eso de mantener una misma interfaz para ordenadores, teléfonos y videoconsolas. Pero siempre me dio la espina que Microsoft llegaba tarde. Tarde para competir con iOS y Android. Y más tarde para pensar que los usuarios de Windows podían tirar del carro cuando en los sueños más 'geeks' no hay ordenadores, sino tabletas y móviles. El único as en la manga de Microsoft eran los videojuegos.
Y sin embargo, llevo ya un tiempo paseando a diario por Metro. Usándolo para jugar y para trabajar. Decidí darle mi oportunidad a Microsoft, quizá soñando con encontrar algo que eliminase la monotonía de la manzana. Pero no sólo he tenido que hacer trizas ese sueño. Sino que además me he dado cuenta de que el gran problema no es que Microsoft llegue tarde con Metro. El problema es que Metro no es un flamante vehículo entre aplicaciones y videojuegos. Metro no es más que un enorme y laberíntico supermercado. Leer Más