Dicen que el amor nunca es eterno. Que la pasión termina y se lleva todo por delante. Pero hay algo que yo ni siquiera pestañeo en decir que es eterno. La pasión interrumpida. Esa que cuando estás totalmente enamorado te la arrancan la muerte o la distancia y queda congelada en el tiempo. Es la que sufren las enamoradas de los marineros. Es la misma que sufro yo con 'Shenmue'.
Porque la pasión que aún existe por 'Shenmue' tras más de una década no se debe a ese fallo de la memoria que nos hace recordar falsamente que tiempo pasado siempre fue mejor. Tampoco de lo avanzado que estaba el juego para la época. Lo que ocurre con la obra maestra de Yu Suzuki es que en lo mejor de la epopeya de Ryo Hazuki, la historia quedó cortada y muerta a medias.
Es como cantaban los Maná cuando hablaban de la mujer que enloqueció esperando al marinero que nunca volvió. Yendo día tras día a ver si su barco llegaba al muelle de San Blás. Así estamos los fans del juego cumbre de Sega. Esperando cada día. Y es ahora cuando parece que, por fin, parece que un barco de Sega asoma por San Blás antes de que enloquezcamos. Leer Más