Con cada secuela de Layton siempre tenemos expectativas de que el juego se renueve y se reinvente. En el caso de la nueva versión de Professor Layton ocurre que encontramos más de lo mismo, pero a veces las fórmulas de más éxito no necesitan ser cambiadas demasiado cuando esto forma parte de su encanto. Tal vez la innovación no sea muy necesaria cuando la experiencia sigue siendo agradable.
En Professor Layton and the last Specter vamos a encontrar más de una cosa buena; más puzzles que en cualquiera de las versiones anteriores y más de 100 horas de un pequeño RPG sobre la vida de Layton en Londres.