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Smite Portada

 

Realmente, Smite ha sido una grata sorpresa. Cuando lo probamos esperábamos un juego del género MOBA (Multiplayer Online Battle Arena) sin más, de los muchos que pueblan internet, pero sin ser uno de los grandes. Está claro que nos equivocábamos, es simplemente genial, engancha rápidamente (doy fe), y está en castellano. Con unos menús muy claros y fluidos, el juego nos presenta un universo plagado de dioses, de diversas mitologías divididos en panteones: griego, chino, egipcio, maya, nórdico y romano.

 

La dinámica es la de siempre, los más asiduos al LOL o DOTA dominaréis Smite desde el primer minuto. Tenemos dos equipos, cuyo objetivo principal es destruir la base del enemigo y llevarse por delante las estructuras secundarias que nos vamos encontrando de camino a ella. En este género las unidades controladas por el jugador son los "Héroes", que pueden subir de nivel y mejorar sus cualidades (ese es el papel que ocupan los dioses mencionados anteriormente), a medida que vayan acumulando muertes. A su vez, el ordenador irá generando unidades más débiles que viajan por las rutas estándar, como apoyo a los héroes para lograr el objetivo que comentábamos.

 

No nos olvidemos que Smite se trata de un "Free to play" en el que podremos jugar gratuitamente y conseguir diversas cosas a medida que juguemos, pero la manera más rápida de avanzar o de obtener todos los elementos del mismo es pagar directamente o comprar gemas para adquirir lo que nos interese.

 

Podremos escoger diferentes dioses.

Podremos escoger diferentes dioses.

 

Modos de juego:

 

En cuando iniciamos Smite nos encontramos con el modo "Práctica", solo contra NPC para entrenarnos para más tarde poder hacerlo contra otros jugadores en partidas más serias. Arrancamos con un tutorial que es el modo más básico en el que el juego nos explica cómo funciona todo. Tras esto saltaremos a la Justa que es en el que jugaremos contra la máquina en un mapa de un solo recorrido con 2 subestructuras y la estructura final. Aquí ya empieza a mejorar la cosa, comenzamos en la Arena, que a pesar de estar controlada por la IA, ya nos permite luchar contra 5 enemigos y tendremos a otros 4 NPC a modo de ayuda en nuestro bando.

 

Pantalla de carga en modo 5 vs 5.

Pantalla de carga en modo 5 vs 5.


 

Una variante de lo anterior es el siguiente modo Arena Escolta que añade como novedad la escolta que tenemos que proporcionar a la torre de asedio que aparece tras lograr 10 muertes. Finalmente llegamos a la Práctica de Jungla, que es lo más completo en modo contra la IA, tenemos todos los buffs de jungla, furias y gigante de fuego incluido. Aquí nos enfrentaremos a un Ra controlado por la máquina y a los NPC que nos mande la misma. Este modo surge para poder probar los diferentes dioses, aunque no los tengamos comprados. Es, digamos, un laboratorio para que podamos experimentar con todo lo que nos ofrece Smite, pues dispondremos de oro ilimitado.

 

Tras pasar los modos de práctica de Smite, podremos dedicarnos al cooperativo que es un término medio entre lo controlado por la máquina y lo que nos encontraremos cuando nos enfrentemos a otras personas. Aquí ya tendremos equipos de jugadores reales que se unirán a nuestra causa para enfrentarnos a un equipo de bots. Nos encontraremos con los tres primeros modos que probamos en las prácticas, pero con uno diferente que se llama Asalto en el que seremos 5 jugadores contra 5 personajes controlados por la IA y cuyo objetivo común es destruir la base enemiga.

 

Gameplay en modo Arena.

Gameplay en modo Arena.


 

Smite engancha al instante.

 

Tras pasar los modos más suaves, podremos dedicarnos al Normal en el que tenemos variantes de lo anterior pero esta vez sí, con jugadores de carne y hueso en sus casas, que creedme, no os lo van a poner tan fácil como la IA con la que habéis practicado (ya se sabe que todos somos los mejores hasta que probamos el online). Aquí nos encontraremos con: Justa (3 vs 3), Arena, Asalto con sus cambios propios para adaptarlo a partidas entre jugadores, en el que eliminan algunas facilidades con las que contábamos anteriormente. Nos encontramos también con la Partida del día una modalidad que va variando cada cierto tiempo, cada día, como su nombre indica, nos podremos encontrar con un objetivo y una recompensa distintos. Finalmente tenemos el modo por excelencia de Smite: la Conquista, en el que cinco jugadores se enfrentan contra otros cinco en un escenario de tres caminos, en los que nos encontraremos con dos torres y un fénix hasta lograr llegar a la base principal, y destruir el titán que nos otorgará la victoria sobre nuestros adversarios.

 

Detalle de Poseidón.

Detalle de Poseidón.

 

En cuanto al apartado visual de Smite, nos encontramos con un juego que cumple más que de sobra con las expectativas, sobre todo si le cambiamos la resolución y la calidad de las texturas en el menú, pues por defecto no vienen al máximo. El diseño de los dioses está cuidado, al igual que la estética general del juego. Realmente no desagrada, ni parece que estemos ante un juego gratuito en ningún momento, más bien todo lo contrario. Parece que Hi-Rez Studios no ha dejado muchos cabos sueltos en este aspecto.

 

La estética de los dioses está bien cuidada.

La estética de los dioses está bien cuidada.

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