Análisis de 'Journey'

ThatGameCompany ha vuelto a dar en el clavo. La desarrolladora que alcanzó la fama tras la producción de 'Flower', presentó el 14 de marzo pasado 'Journey', un original juego donde la experiencia mono y multijugador se funden en una aventura gráfica con grandes dosis de originalidad.

Después de apenas tres semanas disponible para su descarga desde PlayStation Network, el reconocimiento de los usuarios no se ha hecho esperar, y el título puede presumir ya de ser el videojuego más rápidamente descargado de la plataforma. Y lo cierto es que basta con preguntarle a cualquiera que haya probado el juego para entender el porqué de tales cifras.

 

'Journey', o el minimalismo hecho videojuego

 
'Journey' es una creación ciertamente difícil de presentar. El argumento ha sido reducido a su mínima expresión: el jugador se encuentra en un paraje perdido en medio del desierto y su única ambición es llegar algún día a conquistar la cima de la montaña que, desde el horizonte, domina permanentemente el paraje.

En la línea de la trama, tanto el escenario, como los personajes, e incluso los obstáculos que nos encontramos por el camino se rigen por el más absoluto minimalismo. Que nadie espere encontrar en este título acción trepidante o complejos elementos aderezando la partida. 'Journey' no va de eso. Los creadores han querido sacudir los cimientos de la concepción moderna de los videojuegos y han eliminado todo lo superfluo para concentrarse en la experiencia de juego. Y vaya si lo han conseguido.

Durante el juego, no recibiremos ni la más mínima instrucción acerca de cómo debemos actuar para completar el trayecto hasta la cumbre, ni siquiera se nos indica por qué debemos llegar allí, y a pesar de ello el jugador acaba por interiorizar el objetivo. Es como una novela bien escrita que consigue sumergirnos en las entrañas del personaje, aunque de entrada no nos sintamos identificados con él.

Es un viaje, una travesía epopeica hacia fuera del desierto y hacia dentro de nosotros mismos. ¿Que cómo se puede hacer de algo aparentemente tan insípido un videojuego? Pregúntenle a la gente de ThatGameCompany. Personalmente creo que la clave es la maestría con que han interpretado lo que es realmente la experiencia de juego. Nos sentamos ante nuestra consola a vivir otra vida, a experimentar otros mundos, y 'Journey' aporta precisamente eso: la sensación entre mágica y trascendental de conquistar la cumbre por el mero hecho de ponernos a prueba.
 

 

La experiencia multijugador

 
Chris Bell, diseñador del estudio encargado del desarrollo, planteaba que el objetivo principal del juego era aportar al jugador una sensación novedosa, algo que no hubiera experimentado jamás en un juego. En esta línea cabe destacar la implementación del "modo cooperativo", por llamarlo de alguna manera. En 'Journey', uno empieza a caminar sólo por el desierto, pero siempre puede encontrarse con otros jugadores, y compartir el viaje si así lo desea. Cada uno de ellos estará inmerso en su propia "misión", pero ¿por qué no viajar juntos y hacer la travesía más llevadera?

Esta libertad, esta flexibilidad a la hora de escoger si peregrinaremos solos o en compañía lo cambia todo. Podemos escoger si nos unimos a alguien, o si lo abandonamos, la medida en que cooperamos o la intensidad con qué lo hacemos. Es lo más parecido a la vida real que, en este campo, se puede encontrar hoy día en un videojuego.

No es de extrañar, por tanto, el íntimo vínculo que se establece entre aquellos que comparten camino. No es un cooperativo cualquiera. Las sensaciones que transmite el juego son tan básicas, tan próximas a nuestro lado más humano, que ser consciente de que hay alguien a tu lado sintiendo lo mismo, y que además ha decidido -de la forma más libre que un videojuego permite- experimentarlo contigo, traspasa cualquier frontera, tanto física como emocional.
 

 

El ingrediente artístico

 
Algo que ya habréis podido comprobar, observando las imágenes que acompañan este análisis, es que la estética es algo muy cuidado en este proyecto. Da la sensación de que los creadores sabían en todo momento qué buscaban transmitir, y lo han hecho en todas las esferas del juego. La búsqueda de sencillez, como vía de acceso hacia lo primario -tanto a nivel videojuego como a nivel humano- inundan la inmensidad del vacío desierto que rodea al viajero.

La representación de los personajes es tan sencilla como expresiva, los movimientos son limpios, llanos, pero a la vez tremendamente fluidos y naturales. Los tonos monocromos que nos acompañan durante todo el trayecto tampoco son casuales, quieren expresar que en esta aventura lo importante no está en lo que te rodea, sino en lo que llevas dentro de ti.

Al margen de todo esto, la belleza presente en los escenarios, o en la coreografía que supone el movimiento de los personajes, es algo fuera de toda discusión. El preciosismo y el mimo que se han depositado en cada detalle es notable y se trasluce en el conjunto final: una obra de arte con la que interactuar a través de nuestra consola.
 

 

Conclusión

 
Bastan unas pocas horas para completar el juego en su totalidad, e incluso hay quien opina que 'Journey' debería ser más largo, y permitirnos disfrutar más de él. Mi opinión es que tiene la duración perfecta: una tarde de experiencias, como quien va al cine, y después que cada uno le de en su interior la trascendencia que desee.

Y es que 'Journey' es una creación ciertamente difícil de presentar. Para hacer justicia a este juego sólo se puede hablar de sensaciones, porque de sensaciones está construido. Es una vivencia filosófica en la piel de un videojuego. Es, en mi opinión, un título de lo más recomendable, pero de aquellos con los que hay que tener cuidado a quién se lo recomiendas, porque a buen seguro que no todo el mundo va a poder apreciarlo.

 

 
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