Miyamoto quiere tomarse las cosas con calma
A nadie se le escapa que Shigeru Miyamoto es la figura más importante a día de hoy dentro del mundo de los videojuegos. Creador de juegos como Super Mario Bros, Zelda, o Donkey Kong entre muchos otros, es una pieza clave tras el éxito actual (y pasado) de Nintendo.
Dicen que el éxito llega cuando va acompañado de duro trabajo, y cuando llevas tantos éxitos a tus espaldas como lleva nuestro amigo Shigeru, va siendo hora de empezar a 'descansar'. O al menos eso es lo que ha comentado a los chicos de Wired en una reciente entrevista dónde comenta que tiene pensado ceder el relevo a las nuevas generaciones de diseñadores de Nintendo y pasar a proyectos más pequeños y personales.
"En nuestras oficinas he estado últimamente diciendo, 'Me voy a retirar. Me voy a retirar.' Y no lo digo porque me vaya a retirar por completo del desarrollo de videojuegos. Lo que quiero decir con 'retirarme', es más bien, retirarme de mi posición actual.
Lo que realmente quiero hacer es encontrarme de nuevo, yo solo, en la primera línea del desarrollo de juegos. Seguramente trabajando en un pequeño proyecto con un equipo modesto. O podría ser también interesante trabajar en algo que pudiera hacer por mí mismo. Algo realmente pequeño.
En otras palabras, que no pretendo empezar proyectos que requieran más de cinco años de desarrollo."
Tras publicarse estas declaraciones del maestro Miyamoto, las acciones de Nintendo sufrieron una pequeña caída y Nintendo ha anunciado de manera oficial que nadie se piense que Miyamoto va a abandonar su puesto, sino que más bien pasa a proyectos más pequeños y a ayudar en la formación de las nuevas generaciones de diseñadores de la compañía.
Personalmente a mí me parece muy acertado este cambio que ha decidido tomar. Ya son muchos años en la vanguardia de Nintendo siendo el pilar más fundamental de la empresa, y ahora que puede permitírselo, me alegro que deje llevar su imaginación y se adentre en crear pequeñas joyas. Seguramente inspiradas en su propia vida personal como ya lo fue en su momento el grandísimo Pikmin.
Via | Wired.com