Me gusta.
Me gusta como la industria española crece paso a paso. Como se va notando que en España nos hacemos grandes, que se nos toma en serio, que generamos negocio... Que movemos dinero.
En el Gamelab hay dos caras, una la de cara al público, la de los chavales (y no tan chavales) que van a probar las últimas versiones de sus juegos favoritos. De los apasionados por el placer de jugar que vienen disfrutar y compartir con los demás su afición. Y la otra es la de los profesionales que se reunen para crecer como industria.
Y es sobre ellos de lo que quiero hablar hoy. Sobre lo que representa el Gamelab para nosotros los desarrolladores.
Mola mil ver cada año las mismas caras entre los asistentes. Gente que has conocido entre charla y charla, conocidos de alguien, nuevos ponentes, compañeros de birras tras el duro día y gente con muchas ganas e ilusión. Personas que no veías desde hacía dos años pero que ahora presentan juego y vuelven a estar ahí. Joer, que el Gamelab une.
Motiva ver la gente que va a las charlas con ganas de aprender. Como gente que quiere entrar en la industria viene a tu estand a entregarte su curriculum con toda la ilusión. Artistas, programadores, músicos, animadores... Hay gente de todo tipo, desde amateurs que justo empiezan hasta gente con mil tiros pegados pero que por desgracia ahora están en paro.
Poco a poco Gamelab ya no es solo una plataforma nacional si no que también sirve para proyectarse de manera internacional. Compañías, publishers, prensa y compañías de todo el mundo se pasaron por allí con muy buenas intenciones para todos nosotros. Y no se fueron con las manos vacías.
El Gamelab MOLA. ¡Y que siga así durante muchos años más!
¡Hasta el año que viene! 😉