Relacionar ahora mismo a Microsoft con el mundo de los videojuegos es más que natural. Pero no siempre fue así. Porque Microsoft se dedicaba a otro negocio y experiencia en consolas no tenía ninguna. Y sin duda ahora podemos decir que lo hizo bien. ¿Pero por qué entró de lleno en el mundo de las consolas?
Nunca se rebatió el argumento de que en Redmond querían ampliar mercado. Pero ahora el que fue vicepresidente del negocio de Windows ha mostrado las vergüenzas de Microsoft y el por qué entraron en la guerra por el entretenimiento digital. Y según él fue por Sony. Para poder tumbar a Sony, quien antes le cerró la puerta en las narices a los muchachos de Bill Gates. Leer Más
La primera vez que usé Linux en un PC fue como se empiezan tantas cosas en esta vida. Por casualidad. En aquel momento, mi dañado disco duro sufría con el sistema de archivos de Windows pero se movía bien con el de Ubuntu. A la que me di cuenta, Linux era mi principal sistema operativo de uso diario. Y de lo poco que se podía echar en falta al usar Ubuntu era jugar.
Lo de jugar en Linux va a cambiar bruscamente. Por primera vez en su historia, Windows puede temblar al ver amenazado su monopolio en los videojuegos para PC. Steam Box, el PC con forma de consola de Valve, prescindirá de Windows y apostará por Linux. Y eso, que parece algo muy inocente, puede ser el primer gran paso para que Linux se convierta en una plataforma ideal para videojuegos. Leer Más
Mientras hoy descorchaban champán en Redmond al anunciar que llevan 60 millones de copias de Windows 8 vendidas -por las licencias de ordenadores nuevos, faltaría más-, el director ejecutivo de Valve, Gabe Newell, ha aprovechado para cargar contra Microsoft y su nuevo sistema operativo.
No sólo ha declarado sentir "una gran tristeza" por los 60 millones de Windows vendidos. Sino que el hombre fuerte de Valve ha culpado a Microsoft de haber afectado a las ventas de videojuegos en PC. Según él, la comercialización de juegos nuevos ha caído un 20%, mientras que tendrían que haber subido con un nuevo Windows. Leer Más
No es la primera vez que hablamos de ello. Pero es que el futuro de Microsoft preocupa con cada paso en falso que la compañía de Steve Ballmer da. Y por suerte, el negocio de Xbox funciona y por ello Microsoft podrá acabar el año en positivo. Pero el avance de Xbox se ve lastrado por el resto de negocios fallidos en los que está metida la compañía de Redmond. Y mientras, Ballmer se va a jugar a golf en lugar de ser el gran líder que coja el toro por los cuernos.
Microsoft acabó el pasado año en positivo con 21 millones de beneficios. Una cifra justita para la compañía, cuyos resultados fueron todos en pérdidas excepto Xbox, que logró unos beneficios por separado de 364 millones, de los cuales casi todos sirvieron para paliar el resto de negocios en números rojos. Pero el pasado trimestre lo firmó como el primero en casi toda su historia en pérdidas. Ante dicho panorama... ¿podrá Microsoft invertir en una Xbox 720 realmente innovadora? Leer Más
Nunca vi claro lo de Metro. Vale, sonaba muy bonito eso de mantener una misma interfaz para ordenadores, teléfonos y videoconsolas. Pero siempre me dio la espina que Microsoft llegaba tarde. Tarde para competir con iOS y Android. Y más tarde para pensar que los usuarios de Windows podían tirar del carro cuando en los sueños más 'geeks' no hay ordenadores, sino tabletas y móviles. El único as en la manga de Microsoft eran los videojuegos.
Y sin embargo, llevo ya un tiempo paseando a diario por Metro. Usándolo para jugar y para trabajar. Decidí darle mi oportunidad a Microsoft, quizá soñando con encontrar algo que eliminase la monotonía de la manzana. Pero no sólo he tenido que hacer trizas ese sueño. Sino que además me he dado cuenta de que el gran problema no es que Microsoft llegue tarde con Metro. El problema es que Metro no es un flamante vehículo entre aplicaciones y videojuegos. Metro no es más que un enorme y laberíntico supermercado. Leer Más
La aparición de una nueva versión de Windows no siempre ha sido de lo más celebrado. Si nos ponemos a hacer memoria, ha habido momentos en los que se esperaba como agua de mayo una actualización del sistema operativo. Como en la aclamada séptima edición o el más que trillado XP. Pero también ha habido fiascos memorables, como aquel Millenium Edition o el olvidado 2000. Ahora, a tan solo tres semanas de Windows 8, todo parece indicar que esta revisión va por el mismo camino.
Y no parece que le vaya a ocurrir como al desastrado Windows Vista. Porque esa versión aún creó expectación. Mientras que lo único que genera Windows 8 es silencio. Un silencio sepulcral acompañado de la mayor de las indiferencias. Microsoft se ha centrado en convertir el ordenador en un híbrido con las pantallas de móvil y de tablet y no se ha preocupado de lo que el público piensa: que ahora no era necesaria una versión de este calibre. Sobre todo si intenta captar más 'casual gamers' y muestra un rendimiento inferior en todos los procesos gráficos. Incluidos los títulos que ya jugamos en PC.