DirectX 11.2 : Exclusivo de Xbox One y Windows 8.1

Microsoft sigue con la fea costumbre de usar DirectX como arma para promover sus plataformas. Si bien Microsoft siempre ha ofrecido una buena plataformas de desarrollo de juegos con las librerías DirectX, las decisiones que llevan a limitar su disponibilidad a las últimas versiones de su sistema operativo y en este caso su consola de nueva generación Xbox One suelen estar motivadas por motivos más espureos.

DirectX 11.2 integrará un montón de novedades respecto a la anterior versión sin abandonar la compatibilidad gracias a la función Classic DirectX Graphics.

Una de las nuevas técnicas que ofrecerá DirectX 11.2 es lo que se denomina Tiled Resources, que permitirá dividir en partes los elementos gráficos de los juegos, suponemos que para facilitar aplicar efectos de postprocesado de modo localizado y no globalmente como se ha realizado hasta el momento. A esta se le añade el HLSL que ofrecerá mejoras cualitativas a los sombreados de alta calidad y otras optimizaciones para evitar código redundante.

También se añadirá un nuevo método para aplicar anti-aliasing con una calidad de hasta 16x sin que esto requiera de gran potencia o incluya en el rendimiento del juego.

DirectX 11.2: Salvando a Xbox One

 

Es obvio que Xbox One en el papel lo tiene difícil en la batalla de las cifras brutas contra PS4, así que Microsoft juega la carta que le ha hecho mantener la supremacía en el desarrollo de juegos hasta la fecha. Las mejoras que se realicen a nivel de software gracias a las ventajas de DirectX 11.2 serán claves para conseguir reducir la brecha en el aspecto que realmente importa, los juegos.

Si usar DirectX 11.2 ofrece una ventaja en términos de eficiencia, eso beneficiará a los desarrollos para Xbox One, y ya sabemos que en el desarrollo multiplataforma, la maquina que marca el ritmo suele rebaja las ambiciones del resto aunque sean más potentes.

Vía | hothardware

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