Continuamos con la segunda parte sobre los 30 años de la evolución de las consolas portátiles de Nintendo.
Nos habíamos quedado en la GameBoy y la Virtual Boy, allá por los 90. Las cosas fueron avanzando rápidamente y mientras encarábamos nuestra más tierna adolescencia, se ponían de moda los grupos británicos y la Generation Next. El mercado de las consolas portátiles avanzaba de forma frenética, dejando claro que no sólo podías jugar en la soledad a medias del salón de la casa de tus padres, si no que además,ahora, podías compartir, llevártelas a donde quisieses y jugar de una manera mucho más social...Estábamos atisbando el futuro de algo que aún no sabíamos hasta dónde podría llegar. He de decir que con absoluta soltura, con la misma fluidez jugábamos con una Game Boy Pocket que estrenábamos una Advance SP sin que esto nos resultase extraño en ningún momento. Y es que nacimos en el momento adecuado, éramos los primeros. La industria, directamente, nos estaba hablando a nosotros.
Es una constante que a medida que la tecnología evoluciona, y en este caso los soportes para juego, la reducción de tamaño va de la mano. Así es que la década de los 90 nos fue mostrando como la GameBoy empequeñecía, al mismo tiempo que aumentaba su jugabilidad y la cantidad de títulos disponibles.