‘Wind Waker HD’ se terminó en solo 6 meses

Si hay un lugar donde puedes encontrar cualquier cosa, ese es cualquier mercadillo de barrio en Asia. Desde sandías verdes hasta gorras de Arare con alas y todo, pasando un iPhone falso dentro de una funda de oso panda perfumado con manzana. Y aun así, nada de eso me pareció más estrambótico que con lo que me topé hace un par de semanas entre una pila de libros budistas y un Walkman de los de antaño. Un cartucho del 'Killer Instinct' de Super Nintendo.
No es que encontrarse cartuchos de los 16 bits sea muy difícil en Asia. Lo que golpeó mi memoria aquella tarde fue recordar que Nintendo tenía juegos con nombres tan explícitos como "instinto asesino". Y entonces pensé que el fallo de la gran N para no retener a sus fieles seguidores de los años 90 fue que no los trató con naturalidad. Sino que los confundieron con Benjamin Button.
Porque Nintendo, en lugar de crecer con sus fans y ofrecerles a quienes amaban sus juegos de niños una versión adulta en sus futuras consolas, lo que fue haciendo fue infantilizarse aún más. Igual que Benjamin Button nace adulto en su película y va haciéndose niño con el paso del tiempo. Así se entiende que los que jugaban con Nintendo de niños se olviden de Miyamoto y compañía de adultos. ¿Hay marcha atrás para la gran N? Leer Más