Fuentes internas que participan en el desarrollo de Xbox One han informado que la memoria ESRAM incluida en el procesador de la consola es considerablemente más potente de lo que Microsoft estimó durante la pre-producción de la consola. Los niveles de tráfico posible de datos serán hasta un 88 por ciento superiores en el hardware final que llegará a los consumidores.
El ancho de banda extra aportado por este tipo especifico de memoria es una ventaja importante para la consola de Microsoft debido a su uso de memoria DDR3 en comparación a la apuesta de Sony de ofrecer GDRR5.
Esos 32 MB de ESRAM o ram estática embebida en del procesador central de Xbox One, están dirigidos a compensar esa diferencia. Inicialmente se pensó que sería posible mantener un pico teórico de 102 GB/s bastante por debajo de los 176 GB/s que otorga la GDRR5 de PS4. Leer Más